El Monasterio Benedictino N. Señora de la Soledad fue fundado en 1974

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Nuestra historia

 
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El Monasterio Benedictino Nuestra Señora de la Soledad fue fundado por el P. Aelred Wall, en 1974, no propiamente como monasterio, sino como eremitorio. El P. Wall, fundador del Monasterio de “Christ in the Desert”, en los Estados Unidos, llegó a México buscando un lugar para vivir como ermitaño. La Divina Providencia le mostró un bello paraje “La Soledad”, provisto de la aridez de un desierto y de espacios semicultivables, ubicado cerca del famoso Santuario de Atotonilco, en Guanajuato, a unos 18 km de San Miguel de Allende.

“La Soledad” funcionó como eremitorio por espacio de 10 años, hasta 1984 en que el Padre Wall fue llamado a la Casa del Padre. Posteriormente, en 1985, el Monasterio de “Christ in the Desert”, Casa Madre de “La Soledad”, envió monjes con el fin de continuar la obra de Dios iniciada por el P. Wall, no ya como eremitorio, sino como “cenobio”, es decir, vida en comunidad. Desde 1985 a 1987, “La Soledad” paso por periodos de verdadera soledad y de intentos de formar comunidad, hasta que en 1987 llegaron dos monjes de la Abadía del Tepeyac con el deseo de formar parte de “La Soledad”, y así surge el Monasterio Benedictino Nuestra Señora. de la Soledad como pequeña comunidad monástica insertada en la Diócesis de Celaya.

Constituida así la primera Comunidad, los monjes se dedicaron a vivir como lo dice la Regla de San Benito, “en un monasterio, observando una regla y obedeciendo a un abad.”

(Regla de S. Benito, 1, 2).